jueves, 29 de octubre de 2009

Miedo

¿Que te juegas a que aún puedo? ¿que te juegas a que aún soy yo? la que fui, la que lucha, la que si se deja hundir hasta el fondo es solo para sentir tierra bajo los pies y coger impulso. No te juegues nada, porque vas a perder. Estoy aletargada, solo aletargada, no muerta...no gasto, no me muevo, casi no siento, pero he abierto un ojo y he visto luz. Las lágrimas no han conseguido dejarme ciega. Mañana quizás abra el otro ojo o mueva un brazo. Y un día de estos voy a escupir el cieno que tapa mi boca y mas te vale estar alerta, porque no acabaste conmigo y voy a por ti.



Este vídeo publicitario sirve para ilustrar lo que quiero decir.

lunes, 26 de octubre de 2009

Florencia


Mis viajes y mi vida entera esta llena de "extraños acontecimientos". Yo estoy acostumbrada a estos guiños del destino y forman parte natural de mi existencia, pero fuera de mi a veces resultan una razón mas para atacar a mi cordura. En realidad pienso que estas señales, estos mensajes les son dados a todas las personas, solo que unos nos fijamos en ellas y a otros les pasan desapercibidas, unos intentamos leerlas y otros simplemente las ignoran.
Hace unos días, cuando viaje a Milán con mis amigas, sucedió que frente a un escaparate de PRADA donde nos hacíamos fotos, se nos acerco un hombre y se dirigió a mi. El hombre dijo ser un "sensitivo" y yo pensé que sus compinches no estarían lejos y había que vigilar el bolso, pero mientras miraba en todas direcciones con la desconfianza que me otorga el haber nacido en una gran ciudad, aquel hombre comenzo a hablar de mi y de mi vida, soltando verdades por la boca como el que escupe ponzoña. Hablo de mi careta, de mi coraza, de como siento el amor, hablo de mis miedos y luego me dijo: tienes que ir a Florencia...
Por supuesto quería continuar en otro lado y que le pagáramos sus servicios, pero ni mis amigas ni yo fuimos con él. A todas nos tomo la mano y leyó de ella, con todas acertó hasta en las cosas mas insospechadas, pero solo a mi me miro a los ojos y me dijo que fuera a Florencia.

jueves, 22 de octubre de 2009


Estoy convencida que las cosas fluyen cuando tienen "corazón". El viaje a Milán con mis amigas era algo impensable para mi si no hubiéramos conseguido los billetes por menos de lo que cuesta un café, pero lo conseguimos y a partir de ahí todo fue fluyendo sin parar. El vuelo magnifico, la llegada y "el tres por dos" del autobús, encontrar el metro, el camino y el hotel todo a la primera. El buen rollo, las risas, el capuccino, la lectura de las manos que nos hizo un "sensitivo" delante del escaparate de Prada (acertó en todo) y que no tuvimos que pagar. Conseguir lo imposible, la entrada para ver "la ultima cena" de Leonardo da Vinci sin reserva porque estaba todo completo hasta finales de Noviembre. ¡Llegamos y entramos!. No nos esperábamos tantas cosas buenas; Sonia la maravillosa bailarina de clásico que tenia su elegante tienda frente a nuestra pensión y nos hablo de su juventud y del Scala mientras Babi se probaba calentadores. Las fotos en el Castello de los Sforza y las compras de comida en "la Rinascente". Muy recomendable echar un vistazo a sus "guapisimos" guardias de seguridad vestidos con trajes negros que parecían esculpidos sobre su piel.
La gente fue amable con nosotras y paciente con mi "italiano" que llevaba sin usar desde hacia años. El vecino de enfrente, la camarera, la recepcionista del hotel... y hasta el tiempo se comporto bien. En realidad parecía que todo se confabulaba para que disfrutáramos de nuestro viaje y así fue.
Mis amigas, que estuvieron a mi lado en la mudanza y en algunos de mis peores momentos en estos últimos meses, han estado también a mi lado para verme sonreír y eso es un regalo que me hace muy feliz .

lunes, 19 de octubre de 2009

De viaje


Unos días de tranquilidad o no, unos días de cambios e intercambios. Me marcho a Milán a pasear por otras calles, a refrescar mi italiano, a respirar otros aires, a comer pannini sin sentirme culpable y sobretodo a compartir risas y confidencias con dos amigas. El jueves ya estaré de vuelta y algo traeré en mi mochila de nuevas experiencias.

jueves, 15 de octubre de 2009

Conchi y yo

En esta foto estamos mi amiga y yo en El Retiro, era primavera y al mismo tiempo nosotras vivíamos nuestra propia primavera, apenas diecisiete años y toda una vida por vivir. Las dos teníamos sueños y nos sobraba el tiempo. La vida nos separaría poco después físicamente pero nuestros corazones se han mantenido siempre unidos. Ayer, treinta años después nos hemos sentado juntas en el mismo sitio. Es otoño en Madrid y también en nuestras vidas, hemos cambiado, ya no somos ni jóvenes ni esbeltas y no echamos de menos a ningún "guapo", pero sobre todo lo que mas me llamo la atención al mirar las fotos es que después de que la vida nos ha quitado amores y amigos, se ha llevado padres y hermanos por delante, después de hacernos tocar fondo y tener la fuerza de volver a subir, después de superar enfermedades y miedos, después tantas y tantas cosas buenas y malas, mi amiga y yo hemos aprendido a sonreír.

lunes, 5 de octubre de 2009

Soy esclava del tiempo


Soy su esclava, soy su esclava porque le tengo miedo. En un vano intento de ignorar su existencia no llevo el reloj desde hace "tiempo", a veces me planteo su existencia, me digo a mi misma que no existe, que es un invento humano, y no es prudente creer en ese tipo de inventos; que para una golondrina o un arbol no existe el tiempo, pero yo soy su esclava porque le temo. Le temo si me miro al espejo, le temo si respiro porque la misma reacción que me da vida me oxida por dentro y a cada suspiro que vivo, me muero.
Dicen los tuareg que nosotros tenemos reloj pero ellos poseen el tiempo. Muchos no saben que edad tienen ni les importa, lo importante es el desierto, el agua que les calma la sed, los camellos y las cabras para el sustento... la arena bajo los pies y sobre la cabeza el firmamento, el latido de su corazón y el roce cariñoso de sus cuerpos. Cualquier ser vivo inteligente o no, se conformaría con eso y sin embargo yo he tenido siempre miedo al tiempo, a ese tiempo que pasa inexorablemente, que me acerca a la muerte y me separa de tus besos.
Días, horas, años, siglos, instantes, minutos, momentos....Tiempo, siempre tiempo, solo tiempo.


viernes, 2 de octubre de 2009

No hay excusa

He comenzado de nuevo a estudiar, tengo la cabeza llena de ideas y ahora no puedo parar. Lo único malo es que no duermo, mi cabeza no me deja tranquila, creía que había tocado fondo, pero estoy llegando a fin de mes casi sin aliento y me planteo seriamente empezar con los recortes "duros", porque de todo lo demás ya me quite hace mucho tiempo y eso que estoy harta de escuchar hablar de crisis. Bajo ese paragüas enorme que han llamado "crisis" y que parece cubrirlo todo, se han refugiado un montón de empresas, la mia por ejemplo, para recortar derechos y personal, manipular horarios y como en mi caso, además cambiarte la forma de pago y no pagarte los tres primeros días de baja medica. Voy a pedir trabajar con mascarilla y guantes en atención al publico, porque estoy cansada de que me tosan encima y me echen las babas, para que luego digan mis jefes que si me pongo enferma no cobro nada. Señores por favor que parece que enfermar sea un delito y no una desgracia. A mi que vivo sola porque me da la gana, si me pongo enferma ¿quien me paga la casa? ¿debo buscar un "marido" solo para que me mantenga?... Estas y otras pequeñas cosas son mis reflexiones de media mañana. En fin, ya se me ocurrirá algo y el día que se me ocurra...

Nada que ver, no tiene nada que ver o tiene mucho... no lo sé. Quizás yo no me permito excusas! y por eso mi cabeza no para.
Alicia de Larrocha murió hace unos días, supongo yo, que con alguna pena como todos nosotros, pero después de haber vivido una vida plena y llena de existos profesionales.
Aun recuerdo la primera vez que la vi interpretar al piano, escucharla me resultaba mas habitual, pero nunca había visto sus manos y cuando lo hice me sorprendió, porque siempre había pensado que las manos de un pianista debian ser largas y sus dedos estilizados. Ella tenia manos pequeñas y dedos cortos; y sin embargo no era una pianista común , era una virtuosa al piano... De nuevo una lección, mejor dicho el recordatorio de la lección, no hay excusas, solo trabajo e ilusión.
Aquí os dejo a Manuel de Falla en las manos de Alicia de Larrocha, dos españoles que han escrito su nombre con mayúsculas en la historia de la música.

Para interpretar así "la danza del fuego" tienes que sentir el fuego.



Descanse en paz.