Ha nacido Sebastián Elias.
He llorado de alegría al enterarme.
Ha visto la luz un niño muy deseado... No conozco a su madre, pero conozco el alma de su padre y no se podría desear como padre una mejor, ¡que suerte tienes pequeño Sebastián! Has nacido para ser amado.
Tengo un amigo que dice que los nombres te otorgan una misión en la vida. Si juzgo por mi experiencia personal, tengo que decir que es verdad. Y veo con asombro que aquí, vuelve a cumplirse, te llamaron Sebastián el venerado (lo eras ya antes de nacer) y te llamaron Elias que significa el instrumento de Dios .
No alcanzo a imaginar para que servirás como instrumento al dios universal pequeño Sebastián, pero estoy segura que si por ello has de ser venerado, bueno sera... Bienvenido a esta tierra y a esta vida que ¡ojala! te sea propicia.
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