Soy su esclava, soy su esclava porque le tengo miedo. En un vano intento de ignorar su existencia no llevo el reloj desde hace "tiempo", a veces me planteo su existencia, me digo a mi misma que no existe, que es un invento humano, y no es prudente creer en ese tipo de inventos; que para una golondrina o un arbol no existe el tiempo, pero yo soy su esclava porque le temo. Le temo si me miro al espejo, le temo si respiro porque la misma reacción que me da vida me oxida por dentro y a cada suspiro que vivo, me muero.
Dicen los tuareg que nosotros tenemos reloj pero ellos poseen el tiempo. Muchos no saben que edad tienen ni les importa, lo importante es el desierto, el agua que les calma la sed, los camellos y las cabras para el sustento... la arena bajo los pies y sobre la cabeza el firmamento, el latido de su corazón y el roce cariñoso de sus cuerpos. Cualquier ser vivo inteligente o no, se conformaría con eso y sin embargo yo he tenido siempre miedo al tiempo, a ese tiempo que pasa inexorablemente, que me acerca a la muerte y me separa de tus besos.
Días, horas, años, siglos, instantes, minutos, momentos....Tiempo, siempre tiempo, solo tiempo.
10 comentarios:
Dependiendo de las circunstancuias puede ser un gran amigo o enemigo. Todo es muy relativo, excepto que es importantísimo para todos.
Saludos
concentrémonos tanto en lo presente que olvidemos el tiempo, en lo presente o en la presente, si la hay
el paso del tiempo es el tiket que te da la vida para seguir,lo maravilloso del tiempo que pasa es la memoria, que le da valor a las cosas vividas,mucho tiempo es mucha vida que mejor tesoro que vivir todos los tiempos de tu vida ¡¡¡- te abrazo-
Tienes toda la razón, pero es inevitable. Un beso, Helenita.
ainsss mi niñaaaa... el tiempo...
Un besoooooooooo grande...!
Es que nosotros, pobres humanos, tenemos conciencia del tiempo y de lo que ello significa, los otros seres no, por eso creo son más felices. Besos tía Elsa.
La verdad es que muchos somos sus esclavos, y nos maneja como quiere...
Besicos
el tema no es como pase..sino como se gaste niña...
y tu SABES GASTARLO...
me consta que no lo desperdicias...y todos no pordemos decir lo mismo...
un abrazo te princesa
No existen los hombres libres, existen los esclavos contentos.
Un beso
Sobre el desierto, la sensación de intensa atemporalidad que produce atravesarlo y superar sus dificultades, Lawrence de Arabia escribió largo y tendido (y bellamente) en Los Siete Pilares de la Sabiduría.
Un blog interesante.
Saludos.
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