La niña que hay en mi

Hace unos días mi prima me pidio que buscara fotos de su infancia, empecé en casa de mi madre con relativo éxito porque de ella aun no encontré nada, sin embargo mi sorpresa al encontrar fotos de mi niñez fue mayúscula. Todo lo que ha estado reprimido en mi y que ahora pugna por salir como un volcán ya estaba ahí en mi mas tierna infancia...Ahí estaba yo con tres años posando alegre para la cámara, estaba en el colegio orgullosa con el diploma en las manos por mis buenas notas con a penas siete años, luciendo "modelitos" por el parque sin recato con unas gafas de color excesivamente grandes pero de plena actualidad o vestida de comunión a los ocho años con mi precioso traje blanco, que me hacia sentir una princesa. Y recordé las tardes bailando delante del espejo en casa de mi abuela Luisa y recordé como me gustaba inventar historias y contarlas, vinieron a mi memoria las veces que abrí el armario de mi tía para ponerme sus zapatos o su ropa, me gustaba disfrazarme y actuar, salir de detrás de las cortinas del salón como si saliera a un escenario, me gustaba hacer soñar a los que me escuchaban ... y resulta que aun me gusta, que no es un capricho pasajero ponerme delante de las cámaras, escribir historias y contarlas. Yo soy esa niña que me habita, esa niña que se convirtió en una mujer que ha vivido demasiados años encerrada en una cascara de miedos, miedos adoptados, miedos ajenos. Me esta costando sangre, sudor y lágrimas romper esa cascara, pero ya no hay retorno posible, he abierto una grieta, he tomado aire y es solo cuestión de tiempo que saque el cuerpo entero. A través de mi pequeño agujero he visto que ahí afuera hay un mundo lleno de luz, muy grande y muy bello...