Conozco esta plaza de Vitoria desde hace muchos años. La he visto cambiar y hacerse mayor, la he visto embellecerse según algunos y estropearse según otros. La he visto de noche y de día, con luz y con luna, pero estos días mi amigo Aitor me ha mostrado que hay mas formas de ver las cosas, y también me ha enseñado la plaza desde este agujero que los de allí han bautizado familiarmente como "el coño de Vitoria". Que nadie se escandalice porque si se conoce el sitio, se ve que el apelativo esta muy bien puesto. En cualquier caso, a mí me dio otra perspectiva de la plaza, mas parcial pero también mas enfocada. Desde allí vi que en la torre había cigüeñas e incluso me fije en la hora que era, encontré una señora asomada a su balcón y un niño que tiraba agua desde el suyo con una jarra. En definitiva me fije en cosas que me hubieran pasado desapercibidas de no haber tenido esta perspectiva. Creo que en la vida también hay momentos en los que se debe "enfocar" la visión y así, cuando el panorama es desalentador, es el momento de fijarse en los detalles y aprovechar lo bello que nos brindan... con un poco de "vista" y de suerte, encontraremos otro camino diferente para subir a la torre y ver desde allí la plaza entera y yo que ya visitado esa torre muchas veces, sé que lo mas bonito es el camino que eliges para llegar hasta ella.
lunes, 19 de enero de 2009
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4 comentarios:
Mmmm, interesante... no sabía nada al respecto. Siempre se aprende algo nuevo, definitivamente.
Besitos.
Así caminando por la plaza como por la vida, es bueno enfocarse únicamente en el momento del camino. Pero nunca lo hacemos, siempre pensamos en lo que va a suceder luego...!
Es una plaza preciosa... y Vitoria una ciudad señorial! Un beso, HELENA.-
una ciudad que desconozco...seguro que es preciosa Helena....
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