Desde Rusia ...

Llevo muchos días entre perra y gata. Me debato entre el meloso ronroneo y el ladrido amenazador de un perro rabioso y no consigo decidirme, pero a decir verdad tampoco me importa ...

Me dice Alberto que siga el consejo de un sabio español "en tiempo de tribulación no hacer mudanza" y espero que se refiera a mudar viejos hábitos, porque yo ando otra vez con la casa metida en cajas y sin encontrar lugar donde aparcar mis huesos...

A mi querida Mimi le ha dado por conjurar a todos los dioses de su pueblo ofreciendo lágrimas de impotencia en sacrificio y yo estoy segura de que su plegaria ha sido escuchada y los dioses mandaran seres de luz para animarla. Sé que esos dioses, los que habitan en las montañas, no abandonan jamas a sus hijas predilectas y a veces las elevan en sueños a los cielos, agarradas a sus alas, para que así puedan comprobar por ellas mismas lo pequeño que es el mundo, sus problemas y sus malas rachas.

Entre tanto este blog ha perdido adeptos supongo que debido a mis dudas y a mis tardanzas, sin embargo hoy debería ser un día para adornar con guirnaldas, ¡mi primera visita desde Rusia!. Ha sido una visita silenciosa, pero ahí estaba, en el mapa, una visita de México y dos de España y un poquito mas arriba una de Moscú. Quizá solo sea el fruto de un despiste, una equivocación sin importancia, pero tan aburrida como estoy, prefiero fabular con el hecho de que es posible que alguien desde esas frías tierras se entretuviera un ratito entre mis letras y esta noche quizá sueñe conmigo.