Siempre que vuelvo cargada de abrazos y besos mi cara tiene un brillo especial, mi cuello se ablanda, por fin siento que tengo espalda y no una tabla que me mantiene erguida y sobre todo "mi maleta" esta repleta de amor para multiplicar como si de agua diamantina se tratase...Este pequeño milagro sucede a unos pocos kilómetros de mi casa, a penas a cuatro horas de viaje hacia el norte siguiendo Estrella polar . Allí es donde siento la atracción de la sangre, esa sangre disgregada pero perteneciente a un mismo órgano. Las mujeres de mi sangre están allí y sus hijos y sus hombres y cuando no tengo mas fuerzas, cuando creo que de ahí no paso o cuando tengo algo que celebrar, me compro un billete de tren y corro a sus brazos, a sus comidas infinitas, a sus gritos, a sus risas y sus llantos, a sus preguntas sin respuestas porque todas esas cosas son también cosas mías y así las siento. Y cuando regreso traigo en mi maleta un símbolo mas de este alfabeto que coloco con esmero en la pared desde hace años junto con el resto de símbolos, que un día me ayudaran a descifrar el universo.
Mercè i Joan (Eva Comas-Arnal)
Hace 6 días