Alegría

Aún estoy intentando reaccionar a los últimos acontecimientos de mi vida, pero siento una fuerte necesidad de dar rienda suelta a un deseo consuetudinario de alegría al comienzo de un nuevo año o justo después de un revés de la vida.
Se dan las dos condiciones, ¡que mejor ocasión pues!. No es alegría forzada, simplemente es el estado mas básico y primitivo de la alegría, mucho menos vistosa y colorida que la alegría momentánea, mucho menos arrebatadora e insostenible que la felicidad absoluta que nos invade a veces. Esta alegría es mas brisa que viento, es sonrisa, es paz, es el conocimiento tranquilo de que me esperan muchos días por vivir y cada uno traerá su Ying y su Yang. Tengo ante mis ojos montones de experiencias que merecen la pena ser vividas, algunas me harán mas sabia, otras me harán mas fuerte...algunas quizás minen un poquito los pilares de mi existencia y entonces tendré que trabajar mas para reparar lo dañado...Estoy impaciente ya por vivirlo, como un niño que espera la noche de reyes para abrir los regalos, quiero conocer la gente nueva que entrara en mi vida, quiero vivir esas situaciones en que abrazare a mi gente y a mis amigos, quiero saber ya quien sera el que enjugue mis lágrimas si es necesario, quiero vivir los momentos de risas y por que no los de llanto, quiero conocer cual serán esos momentos en que aprenderé algo nuevo, impaciente también por saber que sera lo que aprenda...¡Quiero vivir! y hoy un día gris de invierno como otro cualquiera, resfriada y dolorida, soy recipiente de esa felicidad tranquila... y siento que estoy muy viva.