Se abre el diccionario por una página y la primera palabra que aparezca se apunta. Vuelve a abrirse el diccionario por otra pagina y la primera palabra que leamos se apunta. Tenemos que tener dos palabras completamente distintas , por lo que si en la primera ocasión nos han salido dos palabras del mismo campo semántico tendremos que volver a buscar hasta que sean totalmente diferentes. Una vez tenemos las palabras las unimos en un relato.
Este era y es un ejercicio que se usa mucho en los talleres de escritura, así te enseñan a escribir un relato partiendo de dos palabras que no tiene nada en común.
La vida lo practica habitualmente con nosotros, quizás no con palabras pero si con hechos; ella los pone ahí y nosotros escribimos el relato.
El relato que resulte al final estará condicionado en una pequeña parte por los hechos, como en el caso de las palabras, pero que nuestra vida resulte o no una obra interesante e incluso maravillosa depende de nosotros mismos, de nuestra imaginación, de nuestro dominio de la técnica y en definitiva de nuestro arte para vivir.
Ejercicio: Relato corto
Palabras: Ninguno y carnicero
¿Alguien se atreve?
7 comentarios:
No habrá ninguno. No habrá nunca mejor carnicero que yo....o acaso lo dudas?
Ninguno de los allí presentes sabia que hacer con "aquello"... a la mayoria les daba asco o miedo y al final a falta de un cirujano, tuvimos que recurrir al carnicero.
....pero el carnicero, se quedo asombrado con "aquello"...se quedo pensativo, y nos pidio un momento de silencio, cogío con sus grandes manos, "aquello" y se metio en la trastienda, todos nos quedamos en silencio, escuchando....mirandonos los unos a los otros, pero ninguno, sabíamos que ocurria tras la trastienda, ninguno sabíamos que vería el carnicero, lo cogío con la misma repulsión que a nosotros nos dio, cuando lo encontramos tirado en la Calle Pelayo, bajo el portal de la señora María.... al cabo de cinco minutos salio el carnicero, para todos nosotros pareció horas ..para anunciar....
Pues habrá que probar. Un beso.
Está muy buena la comparación con el arte de vivir, díficil si lo hay y que sólo lo enseña la experiencia propia, besos tía Elsa.
Nadie puede pensar en tu lugar.
Eres tú,
sólo tú el responsable de tus opiniones.
Ninguno,
ni el papa, ni el presidente, ni tu mejor amigo puede,
como si fuera un carnicero,
amputar tu inteligencia de ese derecho inviolable que es
el de ser libre, lo máximo posible.
Ya ves, un poco raro pero lo hice. Besos
Gracias a todos. Besos.
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