domingo, 14 de septiembre de 2008

Si tuviera que elegir entre la cautela y la imprudencia


Leí un articulo de Pilar Varela, psicóloga de profesión titulado "la perversa cautela" que me dio alas, me devolvió ese poquito de confianza que se pierde cuando vas por el camino que nadie sigue, me hizo ver que no soy la única y apesar de las criticas, de los reproches de inmadurez, a pesar de los pesares...seguiré a mi corazón porque es el camino que elegí, el que me es afín, porque a pesar de la dificultad me enseña mas que ningún otro. A mi no me interesa pintar la vida de gris, ni empobrecerla y la cautela lo consigue...

" Si hubiera que elegir entre la cautela y la imprudencia, deberíamos optar por la imprudencia. Con la cautela no se consiguen cosas, solo se evitan problemas. Los osados se enredan en conflictos provocados por su impulsividad, por su exceso, por su pasión, pero también disfrutan de momentos excelsos, acometen acciones románticas, rompen moldes. Sin embargo, lo incuestionable son los valores de la moderación, entre ellos el sentido común, que a veces no lleva a ninguna parte. La educación prefiere refrenar, incluso sobreproteger, por eso a los niños se les enseña cautela y no osadía; menos mal que esta ya la tienen ellos por naturaleza, porque no nacemos cautelosos, como tampoco nacemos suspicaces; venimos al mundo imprudentes, atrevidos e ingenuos. Como tiene que ser." "SERIA ESTUPENDO CAMINAR SIN TANTO FRENO Y DE VEZ EN CUANDO ABRIR EL CORAZÓN A LA IMPRUDENCIA" .....Solo puedo decir que : Si, es estupendo aunque a veces duela.

4 comentarios:

Pesadillas de Papel dijo...

Hola mi amor, también pienso lo mismo que tú. Aunque la cautela y la imprudencia van tomadas de la mano, como la luz a la sombra, el frío al calor o el día a la noche.

De todas formas, siempre es bueno pasearse por ambos territorios, dependiendo de la ocasión.

Besitos.

Feliz inicio de semana.

Helena dijo...

Opino como tú, que van de la mano, pero con el paso de los años el miedo al dolor hace que uno quiera agarrarse con mas fuerza a la cautela y sin darse cuenta que la imprudencia se escapa de la mano. Yo las llevo a las dos muy fuertes agarradas para que no se suelten desde hace ya "muchisimos" años... Y a pesar de los errores por ahora no tengo pensado cambiar ...

Feliz seamana a ti tambien. Un beso.

Daniela Roitstein dijo...

Helena, una vez leí que alguien decía que a los hijos, en ve de decirles "Cuidáte" cada vez que salen solos, habría que decirles "Tomá riesgos!"... difícil pero tan sabio...
bonito tu blog, vine a través del de Tena.
volveré.
Daniela desde AUSTRALIA

Helena dijo...

Me hubiera gustado tener unos padres tan valientes!!! pero al menos tuve una abuela que lo era y mucho.
Gracias por compartir Daniela.
Un beso que cruce el centro de la tierra.