Metamorfosis

Según me levantaba esta mañana me he dado cuenta de que algo había cambiado...No se que suerte de "metamorfosis" a ocurrido esta noche con mi cuerpo, o quizás solo haya sido con mi alma. La piel tiene el mismo aspecto que anoche antes de acostarme, lo he comprobado. No hay nada en mi externamente que evidencie ningún cambio, y sin embargo siento como si ahora tuviera una concha verdinegra recubriendome cuerpo y alma. Un caparazón burdo del que no me gusta ni su aspecto, ni su color, ni su olor, ni nada...tendré que maquillarla, pero parece que cumple su cometido porque nada logra traspasarla.

Suena el teléfono

_Hola guapa! te apetece que nos veamos este fin de semana?

He mirado la agenda como si de una invitación para comer se tratara...

_ No cariño, este fin de semana estoy ocupada, pero el próximo tendré algo de tiempo ¿echamos ese polvo el viernes por la mañana?...

La concha verdinegra reverbera, no deja pasar nada que asemeje a un sentimiento, solo me deja cubrir las necesidades mas básicas, come, bebe, duerme, baila, pero no sientas, no sientas nada. La concha verdinegra me ha dejado como una tortuga, dura por fuera y por dentro... ¡tan blanda!.

Tengo que empezar a ocuparme en serio de estas metamorfosis, no pueden seguir siendo aleatorias.

La metamorfosis debe ser controlada, porque yo lo que quiero es que me ¡ crezcan alas!.