miércoles, 25 de noviembre de 2009

Hacia el norte


Siempre que vuelvo cargada de abrazos y besos mi cara tiene un brillo especial, mi cuello se ablanda, por fin siento que tengo espalda y no una tabla que me mantiene erguida y sobre todo "mi maleta" esta repleta de amor para multiplicar como si de agua diamantina se tratase...Este pequeño milagro sucede a unos pocos kilómetros de mi casa, a penas a cuatro horas de viaje hacia el norte siguiendo Estrella polar‎ . Allí es donde siento la atracción de la sangre, esa sangre disgregada pero perteneciente a un mismo órgano. Las mujeres de mi sangre están allí y sus hijos y sus hombres y cuando no tengo mas fuerzas, cuando creo que de ahí no paso o cuando tengo algo que celebrar, me compro un billete de tren y corro a sus brazos, a sus comidas infinitas, a sus gritos, a sus risas y sus llantos, a sus preguntas sin respuestas porque todas esas cosas son también cosas mías y así las siento. Y cuando regreso traigo en mi maleta un símbolo mas de este alfabeto que coloco con esmero en la pared desde hace años junto con el resto de símbolos, que un día me ayudaran a descifrar el universo.

8 comentarios:

lino dijo...

La atracción de la sangre, me gusta esa expresión y lo que significa de llamada tribal, de reencuentro con identidades, aunque sean momentáneas.
Un placer leerte.

Anónimo dijo...

de señal en señal llegaremos (espero)

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Que el universo bendiga esos momentos para que siempre que los necesites los tengas....
Besos

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Que el universo bendiga esos momentos para que siempre que los necesites los tengas....
Besos

Belén dijo...

Pues está muy bien que sepas dónde tienes que recargarte la energía!

Besicos

Un par de neuronas... dijo...

Es algo fantástico que sientas la llamada de la sangre, aunque parece que hables de hombres lobo o vampiros!!! Yo siento poco de esta llamada, la verdad es que mi sangre va ligada a quienes tengo cerca de mí y me estimas y, a veces, esto no sucede con los familiares.... en mi caso, demasiadas veces. Un abrazo muy fuerte, eres afortunada.

tia elsa dijo...

Que bueno tener donde huir cuando todo se pone negro! Besos tía Elsa.

Jordicine dijo...

Un post precioso, HELENA. Hay que ir a buscar la tranquilidad, esté donde esté. Claro que sí. Un beso.