De regreso a la city, al calor, a la falta de humedad, al trabajo y la rutina, pero con las pilas cargadas de energía renovada.
Con vestido de princesa, con sonrisa recién estrenada he pisado el asfalto como hechizada, mas YO cada día que pasa gracias a ese poquito de vosotros que me traigo guardado entre las costillas y en el alma.
Monna "la princesa capitana del Malkavian", me acogió en su casa y me dio alas. Nadie como ella para hacerte sentir bien . Detrás de la barra, en la calle, en la mesa, en una guerra de jeringuillas y agua... su familia y sus amigos la acompañan, seres que no pisan el suelo cuando andan, etereos y fantásticos son los artífices de milagros cotidianos, repartidores de buenas vibraciones y brujos sabios capaces de conjurar miedos y espantos.
Llegue a Mataró como quien llega a un nuevo mundo, conocí a Monna y a su gente y al poco tiempo no solo hicieron que me sintiera como en casa, si no que además pintaron una sonrisa en mi rostro que aun no se ha borrado.
Poneros en la puerta de cierre decorado, cruzar el umbral de ese lugar mágico y dejar que los sentidos se inunden de rojo, azul y blanco, que un saxo os apague la sed del camino con cerveza o que las manos de Monna mezclen con maestría de hechicera azúcar, ron, menta y hielo picado, que una barra de tacto suave y perfumado sirva de sostén a vuestros brazos, ella acostumbrada al reposo de guerreros dará frescura y color a las copas antes de que las acerquéis a vuestros labios , dejar que la música os posea y a la hora de partir no sintáis pena malkavianos, porque el Malkavian cada tarde al caer el sol abrira sus puertas para hechizaros...
Clanes vampiricos: los malkavianos
Los Malkavian están locos, todos y cada uno de ellos. De la locura, viene la sabiduría y de la sabiduría viene el poder.
Estos seres viven en cualquier lugar que les parezca cómodo, de naturaleza caótica son bromistas y no todo en ellos tiene sentido...
Muchos Malkavians probablemente no comprenden que son un clan y el resto están ocupados negando ser Malkavians.
Gracias a Jordi y Laura por dejarme conocerlos cara a cara.
No deja insertar, pero merece la pena escucharla...