miércoles, 1 de octubre de 2008

La espiral


Llevo varios días sin ganas de escribir, y casi sin ganas de levantarme de la cama, pero no me quejo. Nunca he tenido mucho "ojo" para elegir a los hombres que amo, en cambio tengo un gusto exquisito para elegir a mis amigos.
Los que me conocen saben que presumo de mis amigos siempre que tengo oportunidad y cuando no la tengo, la busco porque me sobran motivos.
Estas ultimas semanas están siendo difíciles, pero ahí están ellos, cuando no es uno es otro, para no dejarme caer en la desesperación. El trabajo se me acumula, el ordenador funciona mal, mi cabeza también, tengo que quitar el papel pintado de una habitación en casa de mi madre, relajarme, entregar un libro "El laberinto de la felicidad", que ironía justo en este momento, tengo que grabar este y no los "Episodios nacionales" por ejemplo. Todo en menos de una semana. Empiezo y veo que no puedo con todo, no tengo fuerzas, no doy para mas y llega la desesperación, la angustia y el miedo, pero como surgidos de la nada empiezan a aparecer mis "amigos" y en algún caso completos desconocidos que por razones misteriosas me quieren ayudar.
El jueves noche, un masaje metamórfico me deja en un estado de paz que no había experimentado desde hace muchisimos años, el milagro lo propician la terapeuta y mi profesor de locución que la conoce, ellos se encargan de todo y yo, solo tengo que ir y dejame hacer, lo que parecía imposible por horarios y falta de sitio, se convierte en realidad y a pesar de todos los trastornos que han tenido que soportar, cuando doy las gracias solo escucho, "no hace falta, te queremos ayudar". Con mi paz recién estrenada, intento grabar el libro, pero no puedo porque mi PC hace cosas raras, parece ser un problema de sonido, pero ni idea de cual y aparece mi amigo Jesús, técnico de sonido entre otras muchas cosas y soluciona el problema. Ya estamos a viernes y como era de esperar le doy las gracias y su respuesta es: "Cuenta conmigo, te quiero ayudar". El sábado grabe el libro sin incidencias. El domingo otros amigos muy queridos me llaman para decirme: " has tenido una semana dura, ponte guapa, te invitamos a comer " y me voy con mis cuatro chicos a uno de mis restaurantes preferidos. Lunes día negro y tedioso "al cortijo", martes vuelve la angustia y la ansiedad pero tengo que hacer mil cosas, así que me aguanto, aunque la habitación esta todavía con el papel sin quitar. Es en este momento cuando recibo una llamada de teléfono y otro amigo decide que es su turno de ayudar. Hemos estado todo el día quitando papel de la pared, ha sido "una paliza" considerable, pero hemos terminado. Mañana me volverán a dar otro masaje y se cerrara el circulo, aunque ahora que lo pienso, no creo que se cierre nada, porque esto mas que un circulo, ya parece una espiral.

8 comentarios:

Jordicine dijo...

Seguro que el masaje te deja nueva!!! Un beso, Helena. Y hasta pronto.

Helena dijo...

Nueva no sé, pero al menos que me deje "seminueva".

Besitos.

Clovis dijo...

Si es que no hay como un masaje metamórfico para verlo todo de otra manera!

Helena dijo...

A falta de abrazos y besos, no esta mal, pero hay que tener cuidado, crea adicción. Te mando un beso gordo y grande.

Anónimo dijo...

qué gusto que te quiera tanta gente

seguro que es por algo

un beso

Helena dijo...

Si, es un verdadero placer que te quieran y tambien es un placer querer, pero aquí el especialista eres tú.
Un besazo.

Dejame que te cuente dijo...

de todas todas las cosas...yo agradezco que me hables de tu vida...me gusta que nos acerques ala HElena persona....
te siento cercana ...
te dejo un abrazo...y la esperanza de algun dia poder ser amiga tuya..

Helena dijo...

Fire, yo tambien me siento cercana a ti. Seria un honor y un placer contarme entre tus amigas. Un beso grande que te llegue.